LA PINTURA TERAPÉUTICA.

La pintura ha sido realmente una terapia en mi vida. Es como despertar una mañana y darte cuanta que eres otra persona. Una persona con unos ideales nuevos, con unas metas diferentes, es ver la vida con una perspectiva que antes no la tenia. Todos tenemos que ir a lo largo del camino conquistando objetivos, que una vez conseguidos, los tenemos que dejar atrás e ir a por otros.
Lo maravilloso de la pintura es que esos objetivos nunca los alcanzas en la totalidad. Es como alcanzar una cima y al llegar ves que sigue habiendo otra pendiente que escalar. En la pintura siempre estás tratando de superarte, de encontrar nuevos encuadres que hagan aflorar esos sentimientos que todos llevamos.
Cuando termino un pintura permanezco en silencio un largo rato observandola y sé que algo mío queda adherido a la tiza del pastel, y permanecerá toda la vida entre esos colores.
Es maravilloso que los demás puedan ver algo tuyo, y que esa imagen le evoque unas sensaciones, que no tienen que ser las mismas, pero son sensaciones.
Ternura, pena, soledad, paz, alegría, amor...... que mejor que tratar de trasmitir todo esto a los demás.