LOS MEJORES PINTORES ESPAÑOLES DE LA HISTORIA

Aquí os dejo una lista de los que considero que han sido los mejores pintores españoles. En el lateral del blog figura una encuesta para los que quieran votar a los pintores que pensáis que han sido los mejores.
Si creeis que falta alguno por favor agrgarlo en comentarios.

Diego Velázquez
(Diego de Silva Velázquez; Sevilla, 1599 - Madrid, 1660) Pintor español. Además de ser la personalidad artística más destacada de su tiempo, Diego Velázquez es también la figura culminante del arte español, sin rival hasta los tiempos de Goya.
Diego Velázquez realizó su aprendizaje en Sevilla, en el taller de Pacheco, con cuya hija casó en 1617. Cuando todavía era un adolescente, pintó algunas obras religiosas (La Inmaculada Concepción, La Adoración de los Reyes Magos) con un realismo inusual y pronunciados efectos de claroscuro. A la misma época pertenece una serie de obras de género con figuras de prodigiosa intensidad y una veracidad intensísima en la reproducción tanto de los tipos humanos como de los objetos inanimados; entre otros ejemplos se pueden citar Vieja friendo huevos y El aguador de Sevilla.
También por entonces pintó inusitados cuadros de temática religiosa ambientados en escenarios cotidianos, como Cristo en casa de Marta o Cristo en Emaús; de hecho, la capacidad de convertir las escenas religiosas en algo cercano y realista constituye una característica del barroco sevillano que Velázquez legó a otros artistas de su tiempo.


Francisco de Goya
Este pintor fue inspirado por las obras de Velázquez. Goya vivió en mil setenta cuarenta y seis hasta mil ochenta veinte y ocho. Se consideraba unos de los pintores mejores en el siglo dieciocho, y fue comparado entre un maestro viejo a un maestro moderno. Trabajaba por mucho del Monarca Charles III y logró mucha nobleza. En sus primeros años como una artista, él creó cuadros sobre la vida de los españoles. Después, en mil sententa noventa y dos, el tuvo una enfermedad y perdió su oído. Se quedó muy deprimido y fue famoso por cuadros que representó escenas de horror. Las primera obras de Goya fue de religion porque el necisitar dinero. Pero los segundas obras fue sobre la ilustracion y la burgesia. Tambien las terceras obras fue celebraciones de la clase media. El fue el pintor real por la familia de Carlos III y Carlos IV. Pintó Los Cuadros Negros, Desastres de la Guerra, y Disparates. Goya pinto Las Dos Espanas tambien. Este cuadro representa que occurio despues de Napoleon. Usó colores oscuros y trazos grueso y valiente.
(Figueres, Gerona, 1904 - Púbol, 1989) Pintor español. Salvador Dalí nació en una madrugada de la primavera de 1904 en el seno de una familia burguesa, hijo de un notario bienpensante y de una sensible dama aficionada a los pájaros. Más tarde escribiría: "A los tres años quería ser cocinero. A los cinco quería ser Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que crecer y ahora es la de llegar a ser Salvador Dalí y nada más. Por otra parte, esto es muy difícil, ya que, a medida que me acerco a Salvador Dalí, él se aleja de mí".
Puesto que la persecución sería incesante y el objetivo no habría de alcanzarse nunca y, dado que en ningún recodo de su biografía estaba previsto que hallara el equilibrio y la paz, decidió ser excesivo en todo, intrepretar numerosos personajes y sublimar su angustia en una pluralidad de delirios humorísticos y sórdidos. Se definió a sí mismo como "perverso polimorfo, rezagado y anarquizante", "blando, débil y repulsivo", aunque para conquistar esta laboriosa imagen publicitaria antes hubo de salvar algunas pruebas iniciáticas, y si el juego favorito de su primera infancia era vestir el traje de rey, ya hacia sus diez años, cuando se pinta como El niño enfermo, explora las ventajas de aparentar una constitución frágil y nerviosa.
Su precocidad es sorprendente: a los doce años descubre el estilo de los impresionistas franceses y se hace impresionista, a los catorce ya ha trabado conocimiento con el arte de Picasso y se ha hecho cubista y a los quince se ha convertido en editor de la revista Studium, donde dibuja brillantes pastiches para la sección titulada "Los grandes maestros de la Pintura".
En 1919 abandona su Cataluña natal y se traslada a Madrid, ingresa en la Academia de Bellas Artes y se hace amigo del gran poeta granadino Federico García Lorca y del futuro cineasta surrealista Luis Buñuel, de quien sin embargo se distanciará irreversiblemente en 1930. En la capital adopta un extraordinario atuendo: lleva los cabellos largos, una corbata desproporcionadamente grande y una capa que arrastra hasta los pies. A veces luce una camisa azul cielo, adornada con gemelos de zafiro, se sujeta el pelo con una redecilla y lo lustra con barniz para óleo. Es difícil que su presencia pase desapercibida.

Estas obras, de un estilo por lo demás muy distinto del de su época de madurez, le valieron cierta reputación, que llegó hasta la corte, por lo que en 1623 Diego Velázquez fue llamado a Madrid por el conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV, para que pintara un retrato del rey; tanto gustó la obra al soberano que lo nombró pintor de corte.
Comenzó así para Velázquez una larga y prestigiosa carrera cortesana, a lo largo de la cual recibió destacados títulos, como los de ujier de cámara y caballero de la Orden de Santiago. Desde su nombramiento oficial hasta el final de sus días pintó numerosos retratos de Felipe IV y de diversos miembros de su familia, a pie o a caballo.
Se trata de obras de gran realismo y excepcional sobriedad en las que el magistral empleo de la luz sitúa los cuerpos en el espacio y hace vibrar a su alrededor una atmósfera real que los envuelve. Los fondos, muy densos al principio, se suavizan y aclaran luego, con el paso del tiempo. En los retratos femeninos (el de Mariana de Austria, por ejemplo), el artista se recrea en los magníficos vestidos, en los que muestra sus grandes cualidades como colorista.
La culminación de su carrera como retratista es Las Meninas, considerada por algunos como la obra pictórica más importante de todos los tiempos. Hay que destacar igualmente las incomparables series de enanos y tullidos de la corte. Velázquez realizó dos viajes a Italia, uno en 1629-1631 y otro en 1648-1651. En ambos produjo obras importantes: La túnica de José y La fragua de Vulcano en el primero; los retratos de Juan de Pareja y de Inocencio X en el segundo; el del Papa es un retrato portentoso, dotado de una vivacidad, una intensidad y un colorismo excepcionales.
Al genio sevillano se debe también una obra maestra de la pintura histórica, La rendición de Breda, pintada en 1634 para el Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro de Madrid. El mérito de la obra reside en la ausencia del engolamiento habitual en los cuadros de temática histórica y en la plasmación de las facetas más humanas del acontecimiento; la composición admirablemente resuelta y la atmósfera de extraordinario realismo han hecho de esta obra una de las más conocidas del maestro.


Los Cuadros Negros fue pintando en sus paredes en su casa durante la guerra de independencia. Uno de los más famosos es el cuadro Los Fusilamientos del Tres de Mayo. Este cuadro es un escena de la Guerra de Napoleón y es muy triste y gráfica. Goya puso su atencion a los espanoles con la luz. No puede ver la cara de los Frances. El pintó un retrato de la familia de Charles III y los hizo muy feos. Esto representa su enfado más y más sobre su vida. Goya fue uno de los mejores artistas en su siglo.
Salvador Dalí

En los revueltos y conflictivos meses de 1923 sufre un desafortunado contratiempo. En la Academia de Bellas Artes a la que está adscrito se producen manifestaciones en contra de un profesor, y antes de que dé comienzo el discurso oficial y se desate la violenta polémica, Salvador abandona la sala. Las autoridades creen que con este gesto ha sido él quien ha dado la señal de ataque y rebelión y deciden expulsarlo durante un año. Después, de nuevo en Figueras, los guardias vienen a detenerlo y pasa una temporada en la cárcel.
A la salida de prisión recibirá dos alegrías. La primera, una prensa para grabado que su padre le regala, y la segunda, la visita de su excelente compañero de la Residencia de Estudiantes de Madrid Federico García Lorca, quien, en las calurosas noches del verano de Cadaqués, lee a toda la familia Dalí sus versos y dramas recién compuestos. Es allí, junto al Mediterráneo, donde García Lorca redacta la célebre "Oda a Salvador Dalí", publicada unos años después, en 1929, en la Revista de Occidente. Pronto será también Luis Buñuel quien llegue a Cadaqués para trabajar con su amigo Salvador en un guión cinematográfico absolutamente atípico y del que surgirá una película tan extraña como es El perro andaluz.
En 1927 Dalí viaja por primera vez a París, pero es al año siguiente cuando se instala en la capital francesa y se une al grupo surrealista que lidera el poeta André Breton. Este último terminará expulsándolo del movimiento algunos años después, en una memorable sesión de enjuiciamiento a la que Dalí compareció cubierto con una manta y con un termómetro en la boca, aparentando ficticiamente estar aquejado de fiebre y convirtiendo así el opresivo juicio en una ridícula farsa.

La triple acusación a la que tuvo entonces que enfrentarse Dalí fue: coquetear con los fascismos, hacer gala de un catolicismo delirante y sentir una pasión desmedida e irrefrenable por el dinero. A esto precisamente alude el célebre apodo anagramático con que fue motejado por Breton, Avida dolars, acusación que lejos de desagradar al pintor le proporcionaba un secreto e irónico placer. De hecho, después de conocer a la que sería su musa y compañera durante toda su vida, Gala, entonces todavía esposa de otro surrealista, el poeta Paul Eluard, Dalí declaró románticamente: "Amo a Gala más que a mi madre, más que a mi padre, más que a Picasso y más, incluso, que al dinero."

Salvador se enamoró de Gala en el verano de 1929 y con ella gozó por primera vez de las mieles del erotismo. Es la época en que pinta Adecuación del deseo, Placeres iluminados y El gran masturbador, pintura esta última que fue atacada y desgarrada por el fanático grupo puritano los Camelots du Roy. Mientras tiene lugar una exposición de sus obras en la Galería Goemans de París, la joven y apasionada pareja se refugia y aísla en la Costa Azul, pasando los días y las noches encerrados en una pequeña habitación de un hotel con los postigos cerrados.

Enterado el padre de Salvador de la vida disoluta de su hijo por un artículo de Eugenio d'Ors aparecido en La Gaceta Literaria, rompe relaciones con su vástago; pero ello no debió afectarlo demasiado, o quizás sí, puesto que es en esa época en que el artista realiza lo mejor de su obra, como el célebre cuadro Persistencia de la memoria (1931), donde blandos relojes cuelgan de la rama de un árbol, del borde de un pedestal y sobre una misteriosa forma tendida en la vasta extensión de la playa.

En 1934 viaja con su ya inseparable Gala a Estados Unidos, donde desembarca y se presenta ante los periodistas con un enorme pan cocido por el cocinero del trasatlántico que les ha transportado. En sus erráticas manifestaciones no duda en asociar el mito hitleriano con el teléfono y a Lenin con el béisbol. Son todas bromas absurdas que tratan de quitar hierro a una situación política amenazante. Dos años después se desata la atroz guerra civil en España y una de las primeras muestras de la probidad de los militares insurrectos es el infame asesinato de su amigo Federico García Lorca, crimen que conmocionó a la opinión pública internacional. Dalí escribió: "Lorca tenía personalidad para dar y vender, la suficiente para ser fusilado, antes que cualquier otro, por cualquier español."

En 1938 conoce por fin, gracias al escritor vienés Stefan Zweig, a Sigmund Freud, quien había sido el gran inspirador de la estética surrealista, de la que Dalí no se siente marginado pese a las bravatas de Breton, sino que por el contrario se considera el único y más genuino exponente. El padre del psiconálisis había dado pábulo a la nueva indagación del inconsciente con su libro La interpretación de los sueños (1900), pero nunca se había tomado demasiado en serio a sus jóvenes admiradores de París.

No obstante, el 20 de julio de 1938, tras el encuentro, Freud anotó en su diario: "Hasta entonces me sentía tentado de considerar a los surrealistas, que aparentemente me han elegido como santo patrón, como locos integrales (digamos al 95%, como el alcohol puro). Aquel joven español, con sus espléndidos ojos de fanático e innegable dominio técnico, me movió a reconsiderar mi opinión". Por su parte, el artista realizó asombrosos y alucinantes retratos del "santo patrón" de los surrealistas.

Instalado otra vez en Nueva York en 1939, Dalí acepta un encargo para decorar unos escaparates comerciales. El tema que elige es el del Día y la Noche, el primero evocado por un maniquí que se mete en una bañera peluda y la segunda, por medio de brasas y paños negros extendidos, pero la dirección modifica el decorado sin consultar al autor. Dalí, iracundo, vuelca la bañera de astracán llena de agua y la lanza contra los cristales del escaparate produciendo un gran estrépito y un notable destrozo

Joaquin Sorolla
Joaquín Sorolla y Bastida, (1863-1923). Pintor y artista gráfico. Nació el 27 de febrero de 1863, en Valencia. Cuando apenas contaba con dos años de edad, fallecieron sus padres a causa de una epidemia de cólera. Al quedar huérfanos su hermana Concha y él, su tía Isabel, hermana de su madre, y su marido, de profesión cerrajero, los recogieron. Pasados los años intentaron enseñarle, en vano, el oficio de la cerrajería, advirtiendo pronto que su verdadera vocación era la pintura.En 1874 empezó a estudiar en la Escuela Normal Superior donde le aconsejaron que también se matriculase en las clases nocturnas de dibujo en la Escuela de Artesanos. En ésta última recibió, en 1879, una caja de pinturas y un diploma como premio “por su constante aplicación en el dibujo de figura”.

Ese mismo año ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos a la par que trabajaba en el taller de su tío.Fue en la Academia de San Carlos donde conoció a otro alumno, Juan Antonio García, hermano de quien más tarde acabaría siendo su esposa, Clotilde García. En 1880 consiguió una Medalla de Plata por su obra Moro acechando la ocasión de su venganza en la exposición de la sociedad El Iris.Al acabar su formación, comenzó a enviar sus obras a concursos provinciales y exposiciones nacionales de bellas artes, como la de Madrid en mayo de 1881, donde presentó tres marinas valencianas que, aunque formidables, pasaron sin pena ni gloria pues no encajaban con la pintura oficial, de temática histórica y dramática. Al año siguiente, estudió la obra de Velázquez y otros autores en el Museo del Prado. Por fin, en 1883, consiguió una medalla en la Exposición Regional de Valencia y, en 1884, alcanzó la gloria al conseguir la Medalla de Segunda Clase en la Exposición Nacional gracias a su obra Dos de Mayo, obra melodramática y oscura hecha expresamente para la exposición, tal y como le dijo a un colega suyo: “Aquí, para darse a conocer y ganar medallas, hay que hacer muertos.”Cosechó otro gran éxito en Valencia con su obra El crit del palleter sobre la Guerra de la Independencia. De esta manera, fue pensionado por la Diputación Provincial de Valencia para viajar a Roma donde, a la vez que trabajaba, conoció el arte clásico y renacentista, así como los grandes museos, contactando, además, con otros artistas.Con su amigo el pintor Pedro Gil se desplazó a París durante el primer semestre de 1885, viviendo de cerca la pintura impresionista que produjo en él, ya de regreso en Roma, variaciones en su temática y estilo, llegando a pintar el cuadro religioso El entierro de Cristo, con el que fracasó rotundamente.En 1888 contrajo matrimonio con Clotilde García en Valencia, pero vivirían un año más en Italia, esta vez en la localidad de Asís. En 1889 se instalaron en Madrid y, en apenas cinco años, Sorolla alcanzó cierta fama y prestigio como pintor. En 1894 viajó de nuevo a París, donde conoció el luminismo, que tanto marcaría su posterior obra. Comenzó a pintar al aire libre, dominando con maestría la luz y combinándola con escenas cotidianas y paisajísticas de la vida mediterránea. En obras como La vuelta de la pesca, La playa de Valencia o Triste herencia, describió el sentimiento que producía la visión del mar Mediterráneo, comunicando el esplendor de una mañana de playa con un colorido vibrante y un estilo suelto y vigoroso. Con Triste herencia recibió, en 1900, el Grand Prix en el certamen internacional de París. Además siguió con su pintura de denuncia social que tantos éxitos le había reportado en los últimos años con obras como I encara diuen que el peix és car (1895).Por aquel entonces, Valencia le nombró hijo predilecto y meritorio, y le fue dado su nombre a una calle. Tras muchos viajes por Europa, principalmente Inglaterra y Francia, celebró una exposición en París con más de medio millar de obras, que le dio un reconocimiento internacional inusitado, conociéndose su obra pictórica por toda Europa y América. Expuso su obra en Nueva York en 1909 y cosechó un éxito sin precedente alguno, con obras como Sol de tarde o Nadadores, entre muchas otras. También lo hizo, en 1911, en el City Art Museum de Saint Louis y en el Art Institute de Chicago. En noviembre de ese mismo año, firmó un encargo para la Hispanic Society of America por el que realizaría catorce murales que decorarían las salas de la institución. Con esta obra, realizada entre 1913 y 1919 y de tres metros y medio de alto por setenta metros de largo, alzó un imborrable monumento a España, pues en ella se representaban escenas características de diversas provincias tanto españolas como portuguesas. Necesitó de casi todo 1912 para viajar por todo el territorio, realizando bocetos y trabajos de costumbres y paisajes. De esta obra destacan los óleos pintados en 1916 dedicados a niños y mujeres en las playas de Valencia, donde predomina la libertad de pincelada y la luz de su tierra. Algunos ejemplos son Madre e hija o Pescadora valenciana. También destacaba, fuera de esta temática, su inconmensurable lienzo Visión de España.Otra importante faceta suya fue la de retratista, de figuras importantes como fueron Juan Ramón Jiménez, el rey Alfonso XIII, Vicente Blasco Ibáñez, Ortega y Gasset, etc. También, en 1914, había sido nombrado académico y, cuando terminó los trabajos para la Hispanic Society, trabajó como profesor de composición y color en la Escuela de Bellas Artes de Madrid. Su pintura representó la aplicación directa del luminismo al paisaje y la figura, acercando por tanto esta tendencia a la sociedad de la época.En 1920, mientras pintaba el retrato de la señora Pérez de Ayala en el jardín de su casa en Madrid, padeció un ataque de hemiplejía que mermó drásticamente sus facultades físicas y mentales. Murió en su casa de Cercedilla el 10 de agosto de 1923.

Bartolomé Murillo
Bartolomé Esteban Murillo nació en 1617 en la ciudad de Sevilla, hijo menor de una familia de catorce hermanos. El padre de Bartolomé Esteban Murillo era un cirujano barbero llamado Gaspar Esteban y su madre se llamaba María Pérez Murillo, de quien tomó el apellido para firmar su obra. Al morir sus padres cuando tan sólo tenía 10 años ,Bartolomé Esteban Murillo pasa al cuidado de una de sus hermanas mayores, Ana, casada con un barbero cirujano de nombre Juan Agustín de Lagares, con quien el joven Bartolomé Esteban Murillo mantendría muy buena relación. Aunque inculcado por su padre ya era aficionado al dibujo, se formó en el taller de su pariente Juan Castillo, respetado artista en Sevilla, donde pronto comenzó a destacar de entre sus discípulos.


Francisco de Zurbarán

Nació en Fuente de Cantos (al sur de la provincia de Badajoz) el 7 de noviembre de 1598. A los 16 años, y durante tres años, fue aprendiz en el taller sevillano de Pedro Díaz Villanueva -pintor de imágenes piadosas-. Una vez terminado el aprendizaje, Zurbarán se fue a Llerena. Con 18 años se estableció como pintor y al año siguiente contrajo matrimonio por primera vez con María Páez, una mujer viuda, diez años mayor. Se casaron en 1618 y ella murió en 1623. En 1625 contrajo matrimonio con Beatriz de Morales, también viuda y mayor que él. En 1644 fue su tercer y último matrimonio con Leonor de Tordera, una mujer mucho menor que él.



Pablo Picasso fue un genio de arte y vivía en el siglo veinte. No vivía en España por la mayoría de su vida, pero pintó sujetos que envolvía a España. A veces, él usaba el tema de la corrida de toros en sus obras. Él transformó su estilo muchas veces durante su carrera. La Época Azul fue su primera época, de mil novecientos y uno hasta mil novecientos y cuatro. Pintó sujetos sobre las tristezas humanas: los ciegos, los pobres, los alcohólicos, y las prostitutas. Todas de los cuadros en esta época fueron pintadas en tonalidades azules. En la Época de Rosa todas de los cuadros fueron pintadas en tonalidades rojos. El tema de esta época fue escenas del circo. Después, Picasso empezó crear obras de cubismo, comienzó con su pintura Demoiselles D'Avignon de mil novecientos y siete. Cubismo tiene influencias de África y Grecia. Usó muchas figuras nudas y cuerpos desformados. Uno de sus obras más famosas es Guernica. Esta obra representa una escena de bombas sobre un pueblo Vasco durante la guerra civil en España. Picasso representó emociones y temas importantes en sus obras. Picasso escogió las oportunidades artísticas para explicar una historia de lo que estaba pasando en España; políticamente, socialmente, y económicamente . Cada pintura y escultura representaba algo más grande.

José de Ribera
Alonso Cano

Pedro Machuca

Mariano Fortuny

Eduardo Rosales

Joan Miró

Santiago Rusiñol

Juan Gris

Pedro Berruguete
Federico Madrazo

Luis Meléndez

Juan van der Hamen y León


El Greco

El Greco es un pintor del siglo dieciséis. Nació en Créete en mil quinientos cuarenta y uno, su padre se llamaba Domenikos Theotopoulos. El empezó su carrera en Venecia después fue a Roma y por fin trasladó a Toledo, España en mil quinientos setenta y siete. El Greco pintaba muchas obras religiosas en las iglesias cerca de Toledo. Una de sus primeras obras famosas es El Supuesto de la Virgen. La obra está en la Iglesia Santo Domingo localizada en el Antiguo. Además de obras religiosas, él también pintaba retratos de nobles o elites, y escenas de Toledo. Durante el reinado del Rey Felipe, II El Greco pintó una obra muy controversial. El Desnudando del Cristo fue un cuadro controversial en El Catedral de Toledo. El Entierro del Conde de Orgazfue fue también un otro cuadro controversial en la Iglesia de Santo Tomé. Pintó el alma del Conde ascendiendo al cielo con ángeles, santos, con figuras políticas acompañándolo.

Ramón Casas

Francisco Pacheco

Antoni Tàpies

Francisco Ribalta


José de Madrazo
José de Madrazo y Agudo (
Santander, 22 de abril de 1781 - Madrid, 8 de mayo de 1859), fue un pintor y grabador español, tanto barroco como neoclásico
Estudió con
Gregorio Ferro, quien le enseña el estilo y la técnica de la pintura de Anton Raphael Mengs, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. A partir de 1803, estudió en París, con Jacques-Louis David, donde se formó como verdadero pintor neoclásico y entabló amistad con Ingres. Bajo el gobierno de José Bonaparte marchó becado a Roma.
En 1806, Madrazo, convencido por su maestro David, que lo invitaba a estudiar las obras clásicas al natural, partió con su amigo Ingres, también alumno de David hacia Roma, donde completó su formación.
Allí consiguió un discreto éxito con La muerte de Viriato, que pintó en los años en que estudiaba en la Academia de San Lucas.
Durante el período de la conquista francesa de España, Madrazo, encontrándose en el extranjero, fue uno de los primeros opositores al gobierno de José Bonaparte, por lo que el pintor español, junto con otros artistas españoles en Roma, fue hecho prisionero de los franceses que había en Roma y encerrado en el
Castillo Sant'Angelo y luego en la Embajada Española. Allí conoció a los reyes españoles, Carlos IV y María Luisa de Borbón a los que Napoleón había impuesto el exilio.
El 2 de septiembre de
1809 se casó en Roma con Isabel Kuntz y Valentini, hija del pintor silesio Tadeusz Kunst.
En 1813, Madrazo fue nombrado pintor de cámara de
Carlos IV. Y, después, Académico de Mérito de la Academia de San Lucas. En los años romanos, Madrazo se dedicó sobre todo a hacer retratos, siendo numerosas las obras que representan a artistas y nobles de la sociedad romana que conocía, sobre todo, de Antonio Canova y Vincenzo Camuccini.
En 1815, las tropas del lugarteniente
J. Murat, rey de Nápoles durante el Imperio Napoleónico, entraron en Roma, invadiendo los estados Pontificios, en un intento desesperado, después de la caída de Napoleón, de unificar Italia bajo su control. Esto impulsó a los reyes españoles a abandonar su exilio romano, lo que hizo perder a José Madrazo su título honorífico.
Obtuvo un gran poder dentro de los círculos artísticos con la llegada al poder de
Fernando VII a la caída de Napoleón I.
En 1818, José Madrazo regresó a Madrid con los cuadros de la colección del padre de Fernando. Madrazo reorganizó el
Museo del Prado. Se ocupó de la catalogación de las Colecciones Reales de pintura, que el rey pretendía colocar en el nuevo Museo del Prado. Creó para el museo un catálogo en el que se reproducían litográficamente todas las pinturas principales presentes en la colección. Fue uno de los pioneros de la litografía, el primero que introdujo esta nueva técnica en España.
En 1823 fue nombrado Director de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y seguidamente, del Museo del Prado.
Iniciaría una larga dinastía de artistas. Pintores fueron sus hijos
Federico, Luis y Juan, así como sus nietos Raimundo y Ricardo.
Pintó cuadros de temas
religiosos e históricos ("Pintura de historia"). Inició, junto a José Aparicio, la corriente pictórica histórica patriótica, una corriente artística neoclásica, con base en temas patrióticos. Se enmarca en un estilo clasicista puro. Su estilo se caracterizaba por su extrema teatralidad y por la temática histórica de exaltación patriótica, siguiendo el modelo de David. Ramírez Domínguez lo califica de "relamido y frío, con exageraciones grandilocuentes y patrioteras". Como cuadros mas importantes tiene:
Jesús ante el Sumo Sacerdote (1805).
La muerte de Viriato (1814, Museo del prado), es uno de los cuadros más representativos del neoclasicismo español.
La muerte de Lucrecia.
El Amor Divino y el Amor Profano (1813, Museo del Prado)
También realizó retratos como los de Carlos IV, Isabel II y el Conde de Requena
Ramon Martí i Alsina

Ignacio Zuloaga y Zabaleta
Juan Carreño de Miranda

Valeriano Domínguez Bécquer

Hermenegildo Anglada

Maruja Mallo

Antoni Utrillo

José Gutiérrez de la Vega

Juan de Valdés Leal

Claudio Coello

Mateo Cerezo

Daniel Vázquez

Eduardo Arroyo
Juan Fernández de Navarrete, el mudo
Fernando Alvarez de Sotomayor
Juan de Flandes
Valeriano Domínguez Bécquer
Bernardo Martorell
Luis Borrassá
Enma Fernández
Juan Sánchez Cotán
Pablo de Cespedes
Oscar Domínguez
Juan José Cobo Barquera
Juan de Arellano

Juan de Juanes
Antonio Lago Rivera
Francisco Herrera El viejo
Aurelio Arteta y Errasti
Francisco Pradilla
Aureliano de Beruete
Antonio María Esquivel
Antonio López García
Joaquím Mir
Francisco Herrera El mozo
Joan Ponç
Benjamín Palencia
José Gutiérrez Solana
Manuel Hernández Mompó
Rafael Canogar
Jaime Huguet
Eusebio Sempere
Bernardo Martorell

En Llerena residió durante más de diez años realizando trabajos para diversos conventos de Extremadura y Sevilla. En 1629 fue invitado por el municipio de Sevilla y se instaló en la ciudad durante los siguientes 30 años, pero entre 1634 y 1635 se fue a Madrid con el encargo de pintar la serie mitológica de Los trabajos de Hércules y dos cuadros de batallas para el Palacio del Buen Retiro.

Su momento de gran producción artística fue la década de 1640. En ese tiempo realizó varias pinturas para el monarca Felipe IV, por lo que alguna vez firmó pintor del Rey. En la siguiente década, por el contrario, comenzó a mermar el trabajo, ya que no recibía tantos encargos. Una de las causas pudo haber sido la competencia que le empezaba a hacer Murillo. Pero él, a pesar de este declive en su carrera, continuó pintando excelentes obras.

En 1649 se produjo una epidemia de peste que redujo la población de Sevilla a la mitad. En ella murieron casi todos los hijos del pintor. Por lo que las circunstancias adversas se agravaron con estos hechos.
En 1658 viajó por segunda vez a Madrid, donde se quedó a vivir de forma definitiva, aunque con dificultades económicas. Hasta su muerte, la cual ocurrió el 27 de agosto de 1664, estuvo sumido en una gran pobreza.

Se ha hecho conocido, en la época del Barroco y la Contrarreforma, con sus cuadros religiosos y escenas de la vida monástica. Su estilo se mantuvo prácticamente invariable durante varias décadas, lo cual en un principio fue el secreto de su éxito, pero por otro lado terminó por condenar su carrera artística.
Su estilo corresponde a la corriente tenebrista, debido al uso que hizo de los contrastes de luz y sombras, y se caracterizó básicamente por la sencillez, el realismo, el rigor en la concepción, la exquisitez en los detalles, las formas amplias y la plenitud en los volúmenes, etc.

Con respecto a las influencias que recibió, se puede decir que fueron las obras de Caravaggio, José Ribera y Diego Velázquez las más destacadas. Al final de su carrera artística también fue influido con el estilo más sutil de Bartolomé Esteban Murillo.

Su primera obra iconográfica conocida, pintada cuando tenía 18 años de edad, fue la Inmaculada Concepción (1616), en la cual manifestó una devoción muy defendida en la España del siglo XVII. Otra obra de este estilo fueron las Vírgenes niñas o dormidas, las Sagradas Familias de la Virgen, poéticas, con visiones de la cotidianeidad de la España del momento. Otro tema de éxito fueron las imágenes de Jesús, niño o adolescente, los Crucificados de cuatro clavos y dos tipos: muerto con la cabeza ladeada, vivo con la cabeza alzada. Otra obra de su juventud fue un Cristo crucificado (1626-1630), tema que repitió en numerosas ocasiones a lo largo de su carrera.

Aunque Zurbarán pintó historias e imágenes religiosas, sus obras principales fueron retablos y series de lienzos para conventos. Para el Colegio Franciscano de Sevilla hizo el ciclo de Historias de san Buenaventura (1629) y para los mercedarios de Sevilla Las dos Visiones de san Pedro (1629). Una obra de primera magnitud fue La Apoteosis de santo Tomás de Aquino (1631), pintada originariamente para el Colegio Mayor de Santo Tomás en Sevilla.

Entre 1630 y 1635 llevó a cabo las pinturas para Nuestra Señora de las Cuevas, en Triana, de las que se destacó San Hugo en el refectorio de los cartujos. Luego, entre 1638-1645, realizó el ciclo de pinturas del Monasterio de Guadalupe -únicas piezas que se conservan en el lugar de origen-, en el que retrató en diversos lienzos la vida de san Jerónimo y las principales figuras de su orden monástica, como Fray Gonzalo de Illescas.

A la vez que llevó a cabo estos encargos efectuó obras más mundanas, en las que representó a santos, como: Santa Casilda y Santa Margarita, que son las que más resaltan en esta línea. Otros temas de la obra de Zurbarán son los retratos (Conde de Torrelaguna), históricos (Socorro de Cádiz) y sobre todo los bodegones (pinturas de naturaleza muerta o en que se representan escenas de taberna, mercado, etc.).
Pablo Picasso
Sus primeras obras, como la La Sagrada Familia del pajarito del Museo del Prado, muestran una clara influencia del Naturalismo de tendencia tenebrista, pero de menor intensidad dramática y mayor importancia de la luz. En 1658 viaja a Madrid, lo que le permite conocer las colecciones reales y lo que están haciendo otros pintores afamados dentro de la tendencia del Barroco decorativo. Su estilo evoluciona, incorporando elementos italianos y flamencos, hacia una pintura menos naturalista, más luminosa y de factura más libre, como El nacimiento de la Virgen, pintado para la catedral de Sevilla. En 1660 se funda la Academia de Sevilla, de la que Murillo fue presidente, junto con Herrera el Mozo, recién llegado de Italia. La década 1660 - 70 es la más fecunda de su carrera, componiendo obras esenciales -como la serie de Santa María la Blanca- que demuestran su evolución de madurez hacia unas formas cada vez más ligeras, aéreas y vaporosas. Famoso por sus Inmaculadas y por los cuadros de pilluelos, también ejecutó retratos de una precisión sobria y elegante.
Julio Romero de Torres

4 comentarios:

Mirna dijo...

El arte es algo magnifico y por eso esta bueno disfrutar de las expresiones artísticas que realizan grandes artistas de todo el mundo. Por eso cuando viajo, me gusta hacerlo a sitios en donde haya una gran oferta de arte. Sin embargo también disfruto de ir a otros lugares, como poder Viajar a Los Angeles

pachi dijo...

Me encanta ver estos listados. Todos los artistas que has puesto son de sobra conocidos , pero de los que no has puesto biografia, tambien conozco al 90%. Por poder estar son tantos que es casi imposible que esten todos los que lo merecen. Te felicito. No he visto a Maria Blanchard o Agustín Riancho. Te invito a ver:

http://listas.20minutos.es/lista/pintores-espanoles-del-siglo-xx-por-lapp-256080/
http://listas.20minutos.es/lista/pintores-y-escultores-cantabros-por-lapp-256240/

Unknown dijo...

El arte no es una excepción cuando se refiere a la hora innovar para crear pinturas creativas llenas de frescura en su propuesta. Uno de los artistas que está dejando una huella es el pintor español Gabino Amaya Cacho, pionero de una particularidad exquisita y placentera que se llama el Puntillismo Abstracto.
Su estilo se basa en pintar al natural sin fotografías. Todas sus obras no llevan nombres porque el objetivo del arte abstracto es que cada quien tenga su interpretación de la obra.
Además de este moderno estilo, Gabino Amaya Cacho también ha destacado en retratos, naturalezas muertas, paisajes y desnudos. Muchos son inspirados en la mitología griega.
Vean sus trabajos: https://www.youtube.com/watch?v=d6nyXiaItZE

ArteCuberos dijo...

Una lista muy completa, por una cuestión de gusto que no de calidad, me sobra alguno y me faltan otros.
ArteCuberos